Durante diez días hemos disfrutado
en la piscina de Piedras Blancas.
Y para premiar tanto esfuerzo
nos dieron un diploma
al terminar el curso.
Si estás entre dos aguas y no te decides a dar el paso, toma impulso y tírate a la piscina con todas las consecuencias. Porque no siempre es posible nadar y guardar la ropa, sentirnos como pez en el agua o impedir que, sin pretenderlo, nos salpique un asunto ajeno y no entendamos nada de nada.
En estos casos lo mejor es zambullirse, aprender a flotar como plumas pasajeras y sentir la caricia del agua en calma que en su balanceo nos lleva de vuelta al origen de todo.
Sí, ya sé que no es fácil nadar a contracorriente y seguir avanzando cuando te parece que estás con el agua al cuello y hasta te ahogas en un vaso de agua.
Confía en tu fuerza y avanza, brazada a brazada, siempre en movimiento para no tocar fondo. Pero si acaso algún día te arrastrara la corriente, respira y busca mi mano porque estaré esperándote en la orilla para ayudarte a salir. 😊
Por lo visto no hay nada que os pare.
ResponderEliminarEl video es precioso, con una música encantadora. El escrito que lo precede un maravilloso preámbulo. Dudo que en la piscina haya más agua que ternura en esta publicación que habéis hecho
ResponderEliminarCon publicaciones ccomo esta, conseguís siempre tocar la fibra interna. Muchas gracias,ni os imagináis lo que nos reconforta!!
ResponderEliminarQuin record tant bonic
ResponderEliminar