Como cada año la recompensa por el trabajo bien hecho consiste en una buena comida en la mejor compañía.
La visita a Gijón no podía faltar y después nos esperaba un delicioso menú. Esta vez nos fuimos a comer a Avilés y como colofón una breve parada para un cafetín o simplemente para dar un agradable paseo por un parque que, inevitablemente, nos llevó a la niñez.
¡Qué sigamos saboreando los buenos momentos!, aunque a veces en el camino nos espere la nostalgia.
Y como de costumbre, ahí va un vídeo que espero que os guste. 😊
No hay comentarios:
Publicar un comentario